Rubén Darío nos cuenta la misma historia una y otra vez, pero de maneras muy diferentes. Es el drama de un poeta cuyo genio trasciende la incomprensión de su tiempo. La mirada fantástica, la maravillosa, la realista, la poética confluyen en una mirada singular y multifacética. La del artista que desde su torre de marfil jamás deja de dialogar con los hombres de su tiempo.