Una madre dominadora y tiránica, cinco hijas solteras encerradas entre cuatro paredes blancas, muros que delimitan un convento-cárcel, en cuyos límites se deslizan las voces solitarias de los personajes, sometidos por el autoritarismo y el estancamiento. Pero la pasión, encarnada por Pepe el Romano, se encabrita contra las puertas y contra las rejas. ¿Bastará la rigidez de Bernarda para amurallar los impulsos del amor?