Como cada verano, Raúl va a pasar las vacaciones en el pueblo en donde vive su primo. Sin embargo, no todos los de la barra se alegran de volver a verlo: están preparando, en secreto, una exposición y desconfían del porteño recién llegado. La situación se pone mucho más complicada cuando los objetos reunidos desaparecen misteriosamente del escondite secreto. Solo una persona puede ayudar al desconsolado joven: Pipa González, detective de los chicos.